El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, este lunes en Bruselas
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE retoman este martes las negociaciones para la renovación de los principales cargos de la cúpula comunitaria para los próximos cinco años. La hora de partida, fijada ayer, eran las once de la mañana, pero el inicio ha sufrido ya dos retrasos y se prevé que comiencen a las tres de la tarde. Los líderes europeos buscarán una nueva fórmula para desencallar ese reparto después de que Italia y los países del llamado grupo de Visegrado (República Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia) bloquearan el acuerdo que habían perfilado cuatro países (Alemania, Francia, España y Holanda) en la cumbre del G-20 en Osaka y que pasaba por situar al socialdemócrata Frans Timmermans en la presidencia de la Comisión Europea y al popular Manfred Weber en la de la Eurocámara. Antes de la reunión, el bloque del este de Europa ha insistido en su rechazo a Timmermans, que sigue siendo la apuesta de los socialdemócratas europeos.
Los Veintiocho tratan de desatascar ese paquete de cargos antes de que el miércoles el Parlamento Europeo vote a su presidente en el pleno de Estrasburgo. La opción de Timmermans, aunque sigue siendo la apuesta de España y Portugal, ha ido perdiendo fuerza. Uno de los escollos, el rechazo que genera en los países del este de Europa, sigue abierto. "Nosotros queremos a alguien para la presidencia de la Comisión que no tenga una opinión negativa de nuestra región. Timmermans no es aceptable para nosotros", insistió el presidente de la República Checa, Andrek Babis, a su llegada al Consejo. Pero también Italia y varios países gobernados por el PP, entre ellos Irlanda, se resisten a entregar la Comisión, la institución más emblemática de la UE, al socialdemócrata holandés.
Entre las filas socialdemócratas todavía hay convencimiento de que la opción de Timmermans puede salir adelante si logran romper el rechazo italiano. El primer ministro Giuseppe Conte afirmó el lunes que Roma no ve con malos ojos al holandés al frente de la Comisión. Es más, incluso lo alabó. El problema para Italia está en que el paquete que llegó a la mesa del Consejo se hubiera decidido entre cuatro países en Osaka. El jefe del Ejecutivo italiano ha insistido esta mañana en que la Comisión no puede iniciar una legislatura con la "base de decisiones tomadas por bloques" de países.
Los jefes de Estado y de Gobierno esperan también hallar por fin un mínimo consenso en las filas populares, que se rebelaron al acuerdo alcanzado por la canciller alemana Angela Merkel con Sánchez, Macron y el holandés Mark Rutte. "Espero que el Partido Popular Europeo haya tenido un buen reinicio durante la noche y que el sistema esté funcionando", sostuvo el primer ministro de Luxemburgo, el liberal Xavier Bettel, quien puso como prioridad hallar un equilibrio de género en los cuatro pricipales puestos europeos en juego: la Comisión, el Consejo Europeo, el Alto Representante y el Banco Central Europeo. "No venimos a buscar al European Idol", ironizó.
Fuente: https://elpais.com/internacional/2019/07/02/actualidad/1562060757_751389.html