Tras su arrollador "retorno" después de que muchos hubieran dado su campaña por casi muerta, el exvicepresidente Joe Biden logró este martes una importante victoria en el llamado "minimartes" de las primarias del Partido Demócrata.
Biden, de 77 años y representante del ala moderada del partido, consiguió consolidarsu liderazgo en la carrera por convertirse en el candidato que le dispute la presidencia a Donald Trump en las elecciones de noviembre.
A última hora del martes, Biden acumulaba 813 delegados para la convención demócrata que elegirá al candidato en julio por los 656 de Sanders, senador independiente "socialista" de 78 años que promete una revolución política. Para resultar nominado, se necesitan 1.991.
Seis estados del país organizaron primarias para la nominación demócrata este 10 de marzo —denominado "minimartes" o "supermartes II"— y Biden consiguió ganar en los cuatro: Misisipi, Misuri, Idaho y sobre todo Michigan, el gran premio de la jornada.
Ese estado industrial del medio oeste del país es una destacada victoria para Biden y sin duda una decepción para su principal contrincante, el izquierdista Bernie Sanders, quien ganó en ese territorio en las primarias de 2016.
Sanders ganó en Dakota del Norte y el recuento de Washington aún estaba por completarse el miércoles por la mañana, si bien todo apuntaba a que cualquiera que fuera el ganador, lo sería con un resultado muy ajustado.
En cualquier caso, los expertos en política estadounidense coincidían en que fue una mala noche para Sanders y su camino a la Casa Blanca se ve cada vez más complicado.
Michigan puede marcar el principio del fin para Sanders
Análisis de Anthony Zurcher, periodista especializado en política estadounidense de la BBC
Hace cuatro años, Michigan dio a Bernie Sanders una sorpresiva —aunque ajustada— victoria y un respiro a una campaña en dificultades después de que Hillary Clinton dominara el supermartes.
En esta ocasión, este estado del centro-oeste del país podría ser el principio del fin de su carrera.
La diferencia, según las encuestas a pie de urna, estuvo en el voto blanco, sindicalista y universitario. Sanders ganó entre estos tres grupos en 2016. Este martes, apostaron por Biden.
Añade eso al gran respaldo con el que cuenta Biden entre los votantes afroestadounidenses, aquellos que deciden a última hora y quienes buscan un candidato que pueda vencer a Donald Trump... y tendrás la receta de una cómoda victoria para el exvicepresidente.
El resultado de este minimartes provocará nuevas preguntas sobre si las primarias en Michigan en 2016 fueron más un reflejo de las debilidades de Clinton que de las fortalezas de Sanders. Al menos, es una prueba de que, en lugar de mejorar sus resultados de 2016, el senador por Vermont se está quedando corto.
Y, si lo está haciendo en Michigan, su ventana de oportunidad para la nominación demócrata está a punto de cerrarse de golpe.
Joe Biden da un golpe de autoridad el "minimartes"
El exvicepresidente, que cuenta con el apoyo mayoritario del aparato del partido, llegaba a estas votaciones a la cabeza de la carrera, después de arrebatarle el liderazgo a Sanders en el "supermartes" la pasada semana, cuando 14 estados celebraron primarias.
En este "minimartes", Biden logró la victoria en cuatro estados: Misisipi, Misuri, Michigan e Idaho.
Y lo hizo de forma contundente, lo que es de enorme importancia a la hora de conseguir delegados de cara a la convención en que el partido nombrará a su candidato.
En los primeros dos estados jugaron un papel crucial los votos de los afroestadounidenses, de los que Biden está recibiendo un gran apoyo estas primarias.
En Misisipi, la victoria del exvicepresidente era esperada. Según las encuestas a pie de urna de CBS, el 74% de las personas consultadas lo ve como el candidato que mejor entiende las preocupaciones de las minorías raciales y étnicas. Solo uno de cada cinco dijo lo mismo sobre Sanders.
Biden, no obstante, fue también el favorito de los votantes blancos: se situó como la mejor opción entre aquellos que buscan un candidato que "una" al país.
En Michigan, la contienda estaba más reñida, según todas las proyecciones, aunque lo sondeos previos le daban una ventaja a Biden.
La victoria en ese estado le da un importante impulso a su candidatura y es un fuerte revés para Sanders.
"Parece que vamos a tener otra buena noche", manifestó el exvicepresidente en su intervención tras sus primeras tres victorias.
Recordando cómo los medios y especialistas daban por terminada por su campaña, el veterano político remarcó: "Ahora estamos muy vivos".
A diferencia de la semana pasada tras el supermartes, Biden en esta ocasión dejó a un lado las críticas a Sanders y pasó a los agradecimientos a sus seguidores, en aparente intención de unificar al partido.
"No doy nada por seguro, quiero ganarme cada uno de los votos en cada uno de los estados", insistió pese a los triunfos.
Bernie Sanders: "No fue una buena noche"
El izquierdista y senador por Vermont tenía como objetivo repetir la victoria que consiguió en Michigan, con 125 delegados en juego, en las primarias de 2016. No lo pudo lograr en esta ocasión.
Tanto Sanders como Biden hicieron bastante campaña en este estado: hace tan solo dos días, por ejemplo, el senador protagonizó un acto al que asistieron alrededor de 10.000 personas y que reflejó la capacidad de movilización de su movimiento.
Las encuestas previas al minimartes situaban al exvicepresidente por delante, como lo hicieron en 2016 con Hillary Clinton.
Hace cuatro años fallaron, pero esta vez las predicciones acabaron cumpliéndose.
Tras conocerse los triunfos de Biden en tres estados y cuando todavía estaban por anunciarse los tres últimos, el equipo del político anunció que regresaba a Vermont sin dar declaraciones.
El miércoles, no obstante, sí se dirigió al público y reconoció que su campaña no tuvo "una buena noche, desde el punto de vista del conteo de delegados".
Pese a ello, el senador aseguró que seguirá en la carrera, participando en el debate demócrata que se celebrará el domingo y en el que se enfrentará a Biden.
"Lo que se volvió aun más evidente si cabe ayer es que, a pesar de que estamos perdiendo en el número de delegados, estamos ganando con fuerza en dos importantes y grandes áreas que determinarán el futuro de nuestro país", manifestó.
Sanders subrayó que sus ideas progresistas están ganando "el debate ideológico y generacional", remarcando que, pese a que Biden tiene el apoyo de la gente más mayor, su campaña atrae a los jóvenes: "No solo los veinteañeros, también [aquellos] en sus 30 y 40".
"El aparato del partido no puede conformarse con los votos de las personas mayores", consideró.
El político independiente reconoció que, en términos de "elegibilidad", también está perdiendo, señalando que mucha gente se acercó a su campaña expresando su apoyo a su agenda progresista pero reconociendo que no le votarían pues, en su opinión, Biden es el mejor candidato para ganar a Trump.
¿Qué significa ganar un estado?
El objetivo de los precandidatos demócratas a la presidencia se reduce a un número: 1.991 delegados.
Ese esa la cifra de apoyo a la que tienen que llegar en la Convención Nacional Demócrata para conseguir ser el nominado que se enfrente a Trump en las elecciones presidenciales de noviembre.
Cada estado tiene un determinado número de delegados en función de su población y el apoyo demócrata en ese territorio en el pasado.
En el supermartes estaban en juego 1.357 delegados y en este minimartes, son: Michigan (125), Washington (89), Misuri (68), Misisipi (36), Idaho (20) y Dakota del Norte (14).
Fuente: www.bbc.com/