Manifestantes en Berlín con un cartel donde piden muerte.
En Alemania vivían el año pasado unos 24.100 ultraderechistas, de los que 12.700 están dispuestos a emplear la violencia. Son un centenar más que el año anterior y su "alta afinidad con las armas" es "extremadamente preocupante", ha indicado este jueves el ministro del Interior, Horst Seehofer, durante la presentación del último informe, sobre 2018, de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV, el servicio de inteligencia del país).
La presentación del documento llega en plena conmoción por el asesinato del político democristiano Walter Lübcke y la reciente confesión de un neonazi de 45 años. Stephan Ernst ha admitido haber matado al político porque defendía la llegada de refugiados al país. La Fiscalía General ha informado este jueves de la detención de otras dos personas en relación con el asesinato de Lübcke: Elmar J., de 64 años y ciudadanía alemana, sospechoso de haber vendido en 2016 al autor confeso del asesinato el arma con el que cometió el crimen; y Markus H., de 43 años, por haberles presuntamente puesto en contacto.
El ministro ha admitido que es casi imposible controlar a las aproximadamente 12.700 personas dispuestas a la violencia. “No se puede prometer una seguridad absoluta, pero tenemos que hacer lo que es humanamente posible. Esto incluiría un mejor equipamiento policial, pero también la comprobación de qué organizaciones podrían ser prohibidas”, dijo. "Entre sus enemigos se encuentran los extranjeros, especialmente los solicitantes de asilo y los musulmanes, pero también los políticos”, señala el informe. El informe revela que en 2018 se produjeron seis tentativas de homicidio, presuntamente por ultraderechistas. Todos tenían antecedentes xenófobos.
“Haremos todo lo posible para dar más fuerza al Estado de derecho”, ha prometido Seehofer, quien añadió que se está "examinando seriamente" la aplicación estricta del artículo 18 de la Constitución, que implica la pérdida de derechos fundamentales, ante esta amenaza ultraderechista. La canciller Angela Merkel ha subrayado el miércoles que esta opción sólo puede ser el “último recurso” de las autoridades.
El número de actos de violencia de la extrema derecha con motivación antisemita aumentó un 71,4%, de 28 en 2017 a 48. El informe señala que el antisemitismo sigue siendo una característica de su identificación ideológica.
El informe habla de otros dos grupos como potencial amenaza. Por un lado, los islamistas. Su número aumentó ligeramente, hasta las 26.560 personas. Seehofer señaló la "inmensa amenaza" que suponen principalmente los yihadistas que regresan al país. El ministro subrayó que, aunque Alemania no sufrió en 2018 ningún atentado yihadista, las fuerzas de seguridad identificaron varios en preparación.
En cuanto a los extremistas de izquierda, su número creció un 8,5%, hasta los 32.000. El número de los que están dispuestos a emplear la violencia se mantuvo en 9.000. El número de delitos cometidos el año pasado por ultraizquierdistas fue significativamente menor: 4.622, por los 6.393 de 2017.
Fuente: https://elpais.com/internacional/2019/06/27/actualidad/1561644152_359078.html