La Cámara baja da el visto bueno a elevar la edad de jubilación, pero la entrada en vigor de la medida depende aún de su votación en el Senado
El Parlamento brasileño apoyó en la noche del miércoles, con una sorprendente mayoría, la reforma de las pensiones que no logró consenso en anteriores legislaturas y que aumentará el número de años de trabajo requeridos para la jubilación. La propuesta del Gobierno de Jair Bolsonaro, cambiada en numerosos puntos por el Parlamento, necesitaba 308 votos de 513 posibles. Logró 379, muy por encima de los necesarios, frente a 131 sufragios en contra. Los legisladores votarán ahora enmiendas y, después, el texto pasará al Senado. Los cálculos iniciales apuntan a un ahorro superior a los 200.000 millones de dólares para las arcas públicas en la próxima década.
La aprobación de la reforma es una buena noticia para el presidente Jair Bolsonaro y su segundo gran triunfo en seis meses de Gobierno, tras la firma del acuerdo de libre comercio entre Mercosur -el bloque liderado por Brasil y Argentina- y la Unión Europea. El cambio del sistema de pensiones ha sido, históricamente, un asunto complejo que nunca había logrado salir adelante con sus antecesores. Sin embargo, el éxito se debe más al presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Maia, que al propio presidente, después de que la comisión especial encargada de este asunto alterase en buena medida el texto remitido por el Ejecutivo.
El presidente del Parlamento, Rodrigo Maia, sin embargo, ha aprovechado el día de la votación para recordar al presidente que las reformas, por sí solas, no salvarán a Brasil. “Los inversores a largo plazo no invierten en un país que ataca sus instituciones”, dijo Maia, que cada vez más se perfila como un contrapunto para los planes extremos de Bolsonaro, como el de cambiar leyes para favorecer a sus electores radicales, como la liberación de armas. En varias ocasiones, los seguidores del presidente de la República, estimulados por él mismo, se han excedido en sus críticas al Parlamento y al sistema judicial, incluso proponiendo en protestas callejeras que se cierre el Congreso y la Corte Suprema para que dejen al ultraderechista gobernar como ellos quieren.
Fuente: www.elpais.com