El astro brasileño está preso en Paraguay desde el 6 de marzo. Una historia de película que no tiene aún el capítulo final.
El pasado 4 de marzo, Ronaldinho arribó a Paraguay para estar presente en un partido benéfico. Lo que no imaginaba era todo lo que iba a suceder después... Al día siguiente debió presentarse a declarar durante ocho horas en una fiscalía acusado de haber ingresado al país con un pasaporte falso. En un primer momento recuperó la libertad pero el 6 de marzo, por orden de una fiscal, el ex astro brasileño y su hermano fueron detenidos y encarcelados. Lo que parecía un trámite se terminó convirtiendo en un drama: este lunes cumplió ya un mes en la cárcel. En el medio cumplió años, jugó al fútbol con otros presos, compartió un asado, recibió visitas de deportistas y personas ligadas al fútbol pero aún es incierto en qué momento conseguirá salir en libertad.
En estos 30 dias, el estado de ánimo de Ronaldinhon fue cambiando. La sonrisa que lo caracteriza y que parece tener tatuada en su rostro comenzó a desaparecer a medida que fueron pasando los días. De la sorpresa pasó a la preocupación. La cuestión es que el brasileño había firmado un contrato con la Fundación Caritativa Fraternidad Angelical que de angelical no tenía nada. La empresaria Dalia López, encargada de dicha fundación, se encuentra prófuga con pedido de captura de Interpol. Ella seguramente podría aclarar la situación procesal del ex futbolista. Pero, mientras tanto, Ronaldinho pasa sus días en la cárcel, jugando al fútbol y esperando una resolución.
Fuente: www.ole.com.ar/