La magistrada rechaza el delito de "resistencia y violencia a una nave de guerra" del que Carola Rackete había sido acusada y señala que cumplió con su deber
Carola Rackete, la capitana de la nave humanitaria Seawatch 3, arrestada por entrar en territorio italiano con 40 migrantes a bordo y llevar a cabo una maniobra que desobedeció a las autoridades portuarias de Lampedusa el pasado sábado, ha quedado este martes en libertad. Los cargos que le imputaba la fiscalía de Agrigento de resistencia o violencia contra una nave de guerra han quedado desestimados. El ministro del Interior, Matteo Salvini, ha perdido así una importante batalla pública para respaldar su política de puertos cerrados y criminalización de las ONG.
La juez de Agrigento Alessandra Vella no ha confirmado la detención y ha rechazado los delitos que se atribuían a Rackete por saltarse el alto de la Guardia de Finanzas (una cuerpo policial similar a la Vigilancia Aduanera española) y golpear a una nave militar. La juez, además, sostiene que actuó cumpliendo "un deber", el de salvar vidas en el mar, según apuntan los medios italianos.
La capitana, además, ha abierto el enésimo conflicto diplomático entre Italia y dos de sus socios comunitarios: Francia y Alemania. El presidente germano, Frank-Walter Steinmeier, se sumó este domingo a las críticas a la detención, una postura generalizada en gran parte de la sociedad. "Italia no es un país cualquiera. Italia está en el centro de la Unión Europea y, por tanto, podemos esperar que un país como Italia maneje el caso de una manera distinta". Las críticas de Steinmeier por la detención de Rackete se unen a las realizadas por la portavoz del Gobierno y por el ministro de Exteriores, Heiko Maas, quien escribió en su cuenta de Twitter: "Desde nuestro punto de vista, tras el procedimiento legal debido, solo puede producirse la liberación de Carola Rackete. Eso es lo que le volveré a dejar claro a Italia". Y así ha sido finalmente.
Fuente: https://elpais.com/internacional/2019/07/02/actualidad/