Pese a la situación epidemiológica, los ministros de Educación y Turismo aseguran que los viajes estudiantiles se van a hacer. Se retrasarían hasta fin de año y serán en forma escalonada y con distanciamiento.
El avance del coronavirus en el país, el aislamiento obligatorio y la suspensión de las clases presenciales trajo aparejada una preocupación extra. Antes de que el virus se propagara, más de 140 mil familias ya habían pagado por los viajes de egresados de sus hijos. La duda para ellos es inevitable: ¿se podrán hacer? Y, en ese caso, ¿de qué manera?
Ante la consulta, las autoridades llevan tranquilidad. Aseguran que todos los viajes estudiantiles se realizarán cuando la situación epidemiológica lo permita. Tanto el ministerio de Educación como el de Turismo mantienen un diálogo fluido con las agencias para definir posibles modalidades.
Hoy la concreción de los viajes depende de dos aristas. Primero, claro, de la sanitaria. La proyección se hará en base a cómo evolucionen las curvas de contagio de las distintas provincias.
Para la definición de una fecha será esencial la condición epidemiológica de las ciudades de origen y las ciudades destino. Aunque parece estar bajo control, Bariloche, el punto neurálgico de los viajes de egresados, acumula más del 50% de los casos activos que se registran en Río Negro: 36 de 70. En otras ciudades del norte que reciben turismo estudiantil en menor medida, no hay circulación comunitaria.
Atada a la epidemiológica, el otro punto que determinará la fecha de los viajes de egresados es la definición del cronograma de regreso a clases presenciales. “No es lo mismo si vuelven en julio, en principios de agosto o si vuelven en septiembre, sobre todo en el AMBA, que es la zona más afectada”, explicaron desde el ministerio de Turismo y Deportes.
En la cartera que conduce Matías Lammens creen que antes de fin de año se podrán reactivar los viajes. Más allá de la incertidumbre por la fecha, saben que tendrá que ser de manera escalonada, para no generar saturaciones de estudiantes, y preferentemente durante el verano, momento en que el virus circularía con menor intensidad.
“Cuando esté definido el calendario escolar, se buscará una semana o diez días para el arranque de los viajes. Será en noviembre o diciembre, y posiblemente se articulen con enero o febrero del año que viene. Hasta que no esté definido el calendario escolar es imposible dar precisiones. Pero ya tenemos conversaciones con las agencias y los viajes se van a hacer”, indicaron.
Hoy por la mañana, el ministro de Educación Nicolás Trotta también expresó que están a la búsqueda de una fecha para que, siempre gradualmente, se realicen los viajes. “Estamos trabajando con el ministro Lammens porque es fundamental llevar tranquilidad también a todo el sector del turismo. No tenemos la certeza de una fecha. En septiembre puede ser la posibilidad de recuperar el turismo interno y desde allí vamos a tener que encontrar un momento para de aquí al año próximo hacer de forma escalonada que los chicos de quinto año puedan celebrar sus viajes”, dijo en diálogo con radio La Red.
Para Trotta, el viaje de egresados es “un componente central”, que da el cierre a una trayectoria escolar de 14 años. “Aún no se sabe en qué mes se podrá comenzar a hacer los viajes, pero sí es seguro que el proceso será gradual. No podrán viajar tantas escuelas a Bariloche a la vez como se acostumbra”.
La mentada “nueva normalidad” también atravesará a los viajes de egresados, donde la aglomeración de estudiantes es muy habitual. Por caso, este año los boliches no podrán abrir sus puertas normalmente y recibir decenas de cursos en una noche. Lo mismo correrá para los cerros que deberán espaciar sus ingresos.
Fuente: www.infobae.com/