Coronavirus en Venezuela: el gobierno anuncia controles en la venta de alimentos para "contener la especulación"-bbcenespañol.com

Venezuela se asoma de nuevo a los controles de precios.

La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, anunció este viernes un plan especial para "contener la especulación" en el contexto de la pandemia por covid-19.

Rodríguez atribuyó el auge de los precios de artículos esenciales que se ha producido en Venezuela en las últimas semanas a la acción de "factores" que buscan "desestabilizar la vida social".

Venezuela lleva en cuarentena por el coronavirus desde el 17 de marzo. En este tiempo los venezolanos han comenzado a padecer una escasez severa de gasolina y las protestas por la falta de combustible y de alimentos han ido aumentando en diferentes lugares del país.

Este jueves, un joven murió por disparos de la Policía en Upata, en el estado Bolívar (sur), donde se han registrado protestas y el saqueo de varios comercios.

Diferentes organismos internacionales han advertido de que Venezuela puede ser uno de los lugares donde las consecuencias sociales de la pandemia sean más graves y el país figura en los informes del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas como uno de los que tiene un mayor riesgo de padecer una hambruna.

 Los expertos advierten de que los controles de precios pueden conducir a que vuelva a producirse la escasez de artículos esenciales que ya sufrieron en el pasado reciente los venezolanos.

 

Qué anunció el Gobierno

Delcy Rodríguez anunció que el gobierno impondrá un mecanismo de "venta supervisada" a los productos de tres de las principales empresas alimentarias del país, entre ellas la conocida Polar, uno de los referentes empresariales de Venezuela.

También se decidió la ocupación por 180 días, que podrían prorrogarse, de las instalaciones de Coposa, un consorcio dedicado a la producción de aceites y otros comestibles.

Rodríguez no aclaró en qué consiste exactamente la "venta supervisada", pero el gobierno venezolano ya aplicó en el pasado rígidos controles de precios y persiguió penalmente a directivos y empleados de empresas acusadas de no respetarlos.

 

Cómo hemos llegado hasta aquí

Durante todo 2019, el gobierno de Nicolás Maduro había dejado de aplicar los controles de precios y cambio que caracterizaron la política chavista durante años.

Según los economistas, esa liberalización fue la razón de que los anaqueles de los supermercados volvieran a llenarse y, aunque gran parte de la población no pudiera adquirirlos, terminó con la escasez y el contrabando de artículos esenciales que fueron la tónica en Venezuela durante mucho tiempo.

Pero el impacto económico de la pandemia amenaza con volver a hacer saltar por los aires el precario equilibrio de la economía venezolana.

El colapso de los precios petroleros y las sanciones de Estados Unidos contra el gobierno de Maduro han bloqueado las vías de importación de gasolina, obligando a un severo racionamiento del combustible, que dificulta la distribución de alimentos.

En las últimas semanas se ha detectado también un significativo aumento de los precios de los productos. También se ha disparado la cotización del dólar, lo que tiene un especial impacto en un país que vive un proceso acelerado de dolarización de facto.

La cuarentena, que exige que miles de familias que viven normalmente de la economía informal no puedan salir de sus casas, ha agravado las dificultades, especialmente para los sectores populares.

 

Qué puede pasar ahora

Pese a que el número de casos confirmados está muy por debajo del de otros países de su entorno, Venezuela podría ser uno de los que sufra peores consecuencias económicas y sociales por el coronavirus.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha proyectado que Venezuela cerrará 2020 con un 15.000% de inflación y una caída de su Producto Interno Bruto del 15%.

Un castigo adicional para un país que ha perdido más del 50% del PIB desde que Maduro llegó al poder en 2013.

La mayoría de economistas alertan de que, como ya sucedió otras veces, los controles de precios alentarán el desvío de los productos hacia las redes del contrabando, provocando escasez y un auge del mercado negro.

Igualmente, es previsible que se agrave lahiperinflación que el país padece desde 2017 y que el sector privado desista de producir e invertir, si desaparecen sus incentivos.

Todo ello dibuja un panorama muy sombrío para un país en el que un tercio de la población vive ya en situación de inseguridad alimentaria, según Naciones Unidas.

 

 

 

Fuente: www.bbc.com/