Tras casi tres meses de bloqueo, la ciudad china de Wuhan -donde se originó el coronavirus-, permitirá que las personas salgan libremente a partir de este miércoles 8 de abril.
Pero antes de hacerlo, cada habitante de la ciudad deberá sortear un estricto control: corroborar, a través de su teléfono inteligente, que su estado de salud registra un “código verde”.
¿Qué significa esto? En palabras simples, que de acuerdo con una aplicación llamada “Health Code” esa persona está libre del virus y que, en consecuencia, puede transitar sin restricciones.
Sin embargo, si la persona presenta un código amarillo o rojo, la situación cambia: en el primer caso, debe permanecer en cuarentena por siete días -pues significa que estuvo en contacto con alguien infectado- y, en el segundo, por dos semanas, ya que se considera que puede ser portador de covid-19.
Así, a medida que los ciudadanos chinos comienzan a retomar sus vidas, los teléfonos móviles parecen convertirse en una herramienta de rastreo clave para contener la propagación del coronavirus.
Pero, ¿cómo una aplicación puede obtener todos estos datos? Y, ¿qué tanto preocupa la cuestión de privacidad de los usuarios?
¿Cómo funciona?
“En la era del big data e internet, los movimientos de cada persona se pueden ver claramente”, dijo Li Lanjuan, asesora de la Comisión Nacional de Salud de China, en una entrevista con la televisión estatal de ese país.
"Haciendo un uso completo de estas nuevas tecnologías deberíamos encontrar y contener la fuente de infección", añadió.
Las palabras de Li no pueden ser más precisas para explicar qué hay detrás de este nuevo software: identificar posibles portadores del coronavirus.
De esta manera, la aplicación reconoce si un determinado usuario ha estado en “contacto cercano” con un portador del virus. Y, de haberlo estado, probablemente esa persona pasará de tener un códigoverde a uno amarillo.
Ahora, ¿qué significa un “contacto cercano”?
Según han explicado las autoridades chinas, son personas que han estado cerca de pacientes con covid-19, que hayan visitado una zona “activa” de virus (como aviones, trenes o autobuses con infectados), o que hayan informado que presentan síntomas en el formulario de registro de la aplicación, entre otras.
En conversación con BBC Mundo, Joe McFadden, gerente de tecnología de la red social de salud HealthUnlocked, explica que la aplicación utiliza algoritmos de aprendizaje automático para “emitir juicios sobre las tasas de infección de sus usuarios”.
“Tomando diversos datos, se hacen predicciones sobre el riesgo de contagio de diversas áreas”, dice.
El software, que fue desarrollado por el gobierno de Xi Jinping, se instala a través de dos posibles herramientas: WeChat, la aplicación de mensajería instantánea, o Alipay, la plataforma de pago en línea operada por Alibaba.
Luego de completar algunos datos personales -como el número de identificación nacional y de teléfono-, el usuario debe responder una encuesta de salud rápida (con preguntas como si ha tenido fiebre en los últimos días).
¿Sistema de vigilancia?
Aunque a partir de ahora este “código de salud” será clave para que los ciudadanos de Wuhan puedan salir de la urbe, lo cierto es que la aplicación ya está siendo utilizada por miles de chinos en otras ciudades.
Es el caso de Hangzhou, donde el programa se ha convertido prácticamente en el “pasaporte de entrada” a restaurantes, tiendas y otras dependencias. Personal de seguridad detiene a los posibles clientes y estos tienen que exhibir su código verde. De lo contrario, no pueden ingresar.
A pesar de que muchos ciudadanos y expertos reconocen la utilidad de este programa para hacer frente al coronavirus, hay quienes afirman que el Partido Comunista chino está utilizando la crisis sanitaria para expandir su sistema de vigilancia.
“La aplicación ayuda a controlar la propagación, pero siempre debe equilibrarse con los derechos de las personas, con su privacidad”, dice Joe McFadden.
“Creo que la gran preocupación aquí es que cuando ciertas cosas se introducen en condiciones de emergencia, luego no vuelven a la normalidad. Entonces, si aceptamos este tipo de monitoreo por este motivo ahora, podría ser la nueva norma en adelante”, añade.
¿Qué tan infalible es la aplicación?
Además, a través de las redes sociales diversos usuarios chinos han cuestionado la forma en que la aplicación decide el color del código de salud.
Según han señalado, no está claro exactamente cómo el sistema clasifica a las personas y los datos que utiliza para hacerlo.
“En este tipo de situaciones, el sistema de algoritmos puede volverse muy complejo en muy poco tiempo. Tanto, que incluso los científicos detrás de la aplicación pueden ser incapaces de decir por qué un individuo obtiene un código un día y al otro día, otro”, explica McFadden.
El panorama puede ser aún más complicado si se considera que el sistema de inteligencia artificial no es infalible. Así lo explica el experto en tecnología de HealthUnlocked.
“El aprendizaje automático no significa que funcione siempre. No es infalible. Podemos tener un montón de problemas de imprecisión, de dar resultados falsos positivos y falsos negativos”, dice.
“Incluso si tiene una precisión del 99%, ese 1% restante en China es muchísima gente que va a tener malos resultados”, añade.
Pero, a pesar de estos posibles errores, todo indica que al menos durante el tiempo que dure la pandemia, en China el “código verde” seguirá siendo vital para el libre tránsito de sus ciudadanos.
Y es que, tal como dijeron las autoridades del gigante asiático, la tecnología llegó para quedarse y, en situaciones de emergencias sanitarias, puede convertirse en una verdadera arma de contención.
Fuente: www.bbc.com/