Johnson y Hunt se vuelven cada más extremos en sus planes del Brexit

Johnson y Hunt se vuelven cada más extremos en  sus planes del Brexit

El ministro de Exteriores, Jeremy Hunt, candidato a liderar el Partido Conservador, presenta este lunes en Londres su plan para el Brexit

La radicalidad a la hora de plantear la salida del Reino Unido de la UE, mayoritaria entre los 160.000 afiliados conservadores que van a participar en estas primarias, ha forzado hacia el extremo a ambos candidatos. En el caso de Johnson, porque se trata del favorito de los euroescépticos, y un posicionamiento más duro respecto al Brexit —"el 31 de octubre, a vida o muerte, venga lo que sea"— le sirve para disipar las dudas sobre la fortaleza de su carácter o para que se olvide el lamentable episodio de la riña doméstica con su novia, Carry Sysmonds, que llevó a la policía hasta las puertas del apartamento que comparten en el sur de Londres. En el caso de Hunt, porque si quiere permanecer en la competición, a pesar de la ventaja que mantiene en todas las encuestas el exalcalde de Londres, debe quitar de los conservadores la idea de que no es más que "una Theresa May con pantalones".

El ministro de Exteriores, hasta ahora el que más insistía de los dos rivales en luchar por una revisión del Acuerdo de Retirada firmado con la UE, para evitar a toda costa un Brexit a las bravas, ha endurecido este lunes su postura con una fecha límite: el 30 de septiembre. Si, llegado ese día, Hunt llega a la conclusión de que no va a extraer nuevas concesiones de Bruselas ni apoyo del Parlamento británico, dará por canceladas las negociaciones y ordenará que comiencen los preparativos para una salida de la UE sin acuerdo, prevista oficialmente para el 31 de octubre.

El mismo candidato que exigía a su rival Johnson, en el debate organizado por la BBC, que explicara a los ganaderos que se irían a la ruina cuál era el sentido de una salida desordenada de las instituciones comunitarias, se muestra ahora inflexible ante las quejas de la comunidad empresarial.

—"¿Está listo para mirar a los ojos a los empresarios y pedirles que se preparen para perder sus negocios en el caso de que haya un Brexit sin acuerdo?", le preguntaba este domingo Andrew Marr en la cadena pública

—"Sí, lo estoy, aunque con un gran dolor de corazón, por todos los riesgos que la decisión conlleva", respondía Hunt.

Para reforzar su nuevo mensaje de firmeza, Hunt ha presentado un plan de diez puntos que incluye la amenaza a todos los altos funcionarios británicos de cancelar sus vacaciones de agosto a no ser que le aseguren, con un plan detallado, de que sus respectivos departamentos están listos para afrontar un Brexit sin acuerdo.

Hunt pretende obtener la aprobación de Westminster a su nuevo plan a primeros de septiembre, y negociar con la UE en un breve plazo de tres semanas. En su equipo negociador, promete, se incorporarán euroescépticos, unionistas norirlandeses y nacionalistas escoceses y de Gales. No ha dejado claro cómo pretende conseguir una voz común de tan heterogénea mezcla, mucho más si se tiene en cuenta que, durante los últimos tres años, las posturas de todos esos grupos se han enfrentado drásticamente. Si a finales de septiembre el Gobierno sigue con las manos vacías, asegura que tomará personalmente la decisión, como primer ministro, de activar los preparativos para un Brexit salvaje para el que ha previsto gastar casi 24.000 millones de euros.

Fuente: https://elpais.com/internacional/2019/07/01/actualidad/1562000631_884604.html