Lozoya en una conferencia en Londres, en 2014.
Las acusaciones por corrupción contra el exdirector deMPetroleos Mexicanos (PEMEX) Emilio Lozoya apuntan a una red más amplia durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto. Los abogados de Lozoya han anunciado este miércoles que pedirán a las autoridades el testimonio del expresidente y del exministro de Hacienda y Exteriores Luis Videgaray para explicar la adquisición, por parte de la petrolera estatal, de una planta de fertilizantes a Altos Hornos de México (AHMSA). “Sin imputar a nadie, debe citarse al expresidente de México Enrique Peña Nieto para que como testigo declare qué instrucciones le giró a los funcionarios para poner en práctica y cumplir con sus instrucciones comprometidas en el Pacto por México”, dijo Javier Coello Trejo, el defensor de Lozoya.
Los investigadores han señalado que la venta de la planta, por 500 millones de dólares, pudo ser fraudulenta al realizarse por un precio muy superior al de su valor real. La transacción ocurrió durante los cuatro años que Lozoya estuvo al frente de la petrolera y al mismo tiempo que la brasileña Odebrecht y AHMSA registraron movimientos en cuentas offshore y empresas fantasma para repartir sobornos. La defensa de Lozoya ha negado que el exdirectivo haya sido el recipiente de alguna de estas dádivas, aunque no han logrado explicar cómo es que el antiguo titular de Pemex obtuvo 3,5 millones de dólares para comprar una casa en el poniente de la Ciudad de México.
La sombra de la corrupción planea sobre Lozoya desde 2017 cuando comenzó una investigación sobre el financiamiento ilegal de la campaña presidencial de Peña Nieto en 2012, en la que supuestamente estuvo involucrada Odebrecht. Esa averiguación ha sido archivada recientemente por la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales al considerar que los delitos ya han prescrito. Sin embargo, la orden de arresto contra el exdirectivo continúa activa por los hallazgos hechos por la Unidad de Inteligencia Financiera sobre la operación de Pemex al adquirir la planta de fertilizantes.
La defensa de Lozoya ha apuntado a que el exfuncionario autorizó la compra de la planta para seguir con el plan energético de Peña Nieto en el que la producción de fertilizantes iba a generar valor agregado para la petrolera. Coello Trejo ha insistido en que su cliente cerró la operación de Pemex en torno a la planta, pero que la administración de Peña Nieto no emprendió el plan para catapultar la producción de fertilizantes. “En el momento en el que se tenían que hacer las inversiones, la Secretaría de Hacienda vació la arcas de Pemex”, señaló el letrado. Según un informe de la Auditoría Superior de la Federación, la apuesta fallida por los fertilizantes del gobierno de Peña Nieto generó pérdidas por 365 millones de dólares.
Fuente: https://elpais.com/internacional/2019/06/26/mexico/1561573252_355898.html