El recargo del 30% de la ley de Emergencia Económica y el tope mensual de US $ 200 provocará un desplazamiento a divisas paralelas, como el libre, Bolsa y contado con liqui, ahora ahora un nuevo horizonte
Una demora en la promulgación de la Ley de Emergencia Económica atrasó la implementación del dólar "solidario". Sin embargo, una vez que se publique la norma -será en las próximas horas-, comprar un dólar en el mercado oficial costará un 30% más que el viernes.
De esta manera, si se mantienen las cotizaciones del 20 de diciembre, el precio de venta en el Banco Nación será de $ 81,90 y en los bancos privados y casas de cambio se ubicará entre ese precio y 85,80 pesos.
De todos los modos, serán pocos los dólares que puedan adquirir por esa vía, ya que se mantenga vigente la restricción iniciada el lunes 28 de octubre que permite cada persona la compra de solo USD 200 por mes. Una suma que el viernes, para quienes aún no hayan hecho uso de su cupo mensual, equivalía a $ 12.600 y que desde mañana representa un desembolso de $ 16.380, es decir $ 3.780 más.
El recargo se aplicará tanto a las compras para atesoramiento como a las ejecuciones para viajes al exterior o en operaciones con tarjeta de crédito, aunque en este caso, luego de las dudas iniciales, se aclaró que las compras concretadas antes de la puesta en vigencia de la nueva ley no serán alcanzadas por el 30% adicional.
Las operaciones del mercado mayorista y de comercio exterior tampoco serán objeto de este nuevo recargo, razón que invocarán los funcionarios del gobierno para intentar convencer a la población y los agentes económicos de esta evaluación adjuntada bajo la figura de los tipos de cambio múltiples no deberían tener impacto inflacionario. En la ciudad porteña hay bastante escepticismo al respecto.
Con respecto a los tipos de cambio múltiples, el economista Esteban Domecq citó los siguientes, entre el impacto del 30% y el de las retenciones: sojero, de trigo, maíz, girasol, de carnes, bienes y servicios, mayorista, de importación, libre, contado con liqui, Bolsa y turista, entre otros.
Incluso comprando a 82 pesos, un ciudadano común debe limitar sus compras legales a 200 dólares por mes. Aquellos interesados interesados –y en condiciones– de comprar sumas superiores requeridos recurrir a otros canales cuya cotización por el momento es una incógnita.
Más allá de la denominación de "dólar solidario", por extensión de la denominación de la "Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva", el consenso del mercado interpreta que el nuevo precio constituye una devaluación del 30% respecto del valor al cual hasta el viernes pasado se comprarán dólares en el Banco Nación. Y de mucho más si se mira la cotización de principios de agosto, antes de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
El viernes 9 de agosto, antes de las PASO, el dólar cotizaba a $46,80, pero tras los 17 puntos porcentuales de ventaja que Alberto Fernández le sacó a Mauricio Macri en las primarias del 11 de agosto, la cotización se disparó hasta tocar los 65 pesos a las 13 horas del lunes 12 de agosto y cerró la jornada en 62 pesos.
A eso siguieron días de nerviosismo y ventas del Banco Central para intentar contener al mercado cambiario. El dólar se calmó recién el jueves 15, en torno de los 60 pesos, tras una conversación telefónica entre el ex y el actual presidente. Tras esa conversación, Alberto Fernández declaró: "Así como dije que el dólar estaba retrasado y que no se podían seguir pagando tasas disparatadas, digo que hoy tiene un valor razonable y no hay razón para que siga aumentando”.
En la jornada previa, Emanuel Álvarez Agis, economista kirchnerista de consulta y a quien se señalaba entonces como potencial ministro de Economía, había dicho que el dólar a 60 pesos era un valor “de recontraequilibrio de la balanza de pagos”.
Respecto de aquel valor redondo, la cotización del ahora oficialmente denominado “dólar solidario” significa una devaluación superior al 36%, contra una inflación acumulada de 18,7% en los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre.
Anoche, en declaraciones televisivas, Alberto Fernández defendió la medida. “La Argentina se quedó sin dólares, tanto que antes de irse Macri fijó un cepo, que aclaro que es muy necesario. Lo que tienen que saber los que viajan al exterior es que hoy el dólar es un bien escaso”.
La historia argentina está repleta de declaraciones equívocas sobre el valor de la moneda norteamericana. Desde el “¿Acaso alguna vez alguno de ustedes vio un dólar?” de la primera presidencia de Perón, pasando por “el que apuesta al dólar pierde” del ministro Lorenzo Sigaut –en 1982–, hasta “el que depositó dólares, recibirá dólares”, de Eduardo Duhalde en 2002, antes de imponer la pesificación de los depósitos bancarios y terminar con el uno a uno de la Convertibilidad.
El economista de Econométrica, Ramiro Castiñeira, sostuvo ayer que en las últimas operaciones del viernes “el mercado paralelo ya descontaba el precio” que regirá en las próximas horas, con el dólar libre cotizando por momentos a $76 ($73,25 según el cierre de Reuters). “El precio oficial no es real, nadie compra a ese precio: el verdadero será el libre, el otro es una invitación a que te vayas, quedará limitado al Gobierno para que se haga de todos los dólares que necesita y que el privado se arregle como pueda”.
En el mismo sentido se manifestó el economista Gustavo Lazzari, quien en su cuenta de Twitter sentenció que “cuando tenés 15 valores para el dólar quiere decir que no tenés ninguno para el peso". En resumen: el aumento de la cotización de la moneda norteamericana representa, en verdad, la constante erosión del valor de la moneda argentina.
Gregorio Werchow, de la Federación Económica de Tucumán, admitió que “el prestador de servicios turísticos va a ver que hay una mayor demanda y aumentará los precios”, “Si los servicios van a estar un 30% más caros, de nada sirve, vamos a seguir siendo caros. El aumento de las tarifas del hotel trata de acompañar a la inflación, ese es el cáncer que tenemos”, aseguró Werchow.
El primer “control de cambios” de Macri
Las restricciones al acceso al Mercado Único y Libre de Cambios que derivaron en el desarrollo de varios canales alternativos se hicieron notorias a partir del 3 de septiembre de este año, a raíz de la pérdida de reservas posterior a las PASO. Se fijó un máximo de USD 10.000 mensuales de compra por persona humana que, si bien atenuó en parte la sangría de divisas, no la interrumpió. La aceleración de la caída de reservas en la semana previa a las elecciones del 27 de octubre determinó que en la noche del mismo domingo de los comicios que proclamaron presidente a Alberto Fernández, el BCRA reforzara las restricciones hasta USD 200 mensuales por persona humana, una reducción de 98% respecto del límite previo.
El bloqueo al atesoramiento de dólares aumentó la demanda en el mercado marginal y otros legales que si bien existían desde hace años, ganaron importancia ante la imposibilidad de acceder a más de USD 200 dólares por los canales tradicionales. Uno de ellos es el contado con liquidación (CCL) popularmente conocido como contado con liqui, que hasta el viernes cotizaba a $72,82, un 15,6% más que el precio de venta del Banco Nación.
En medio del debate por la ley de Emergencia, desde el macrismo aseguraron que la ley iba a permitirle al Gobierno aplicar el 30% también a los dólares alternativos, el Bolsa y el contado con liqui. “Es un impuesto que grava el acceso al Mercado Único de Cambios para operaciones vinculadas a algunos destinos de la compra de moneda extranjera. No tiene nada que ver con el contacto con líquido ni ninguna operación que se realice en la Bolsa”, Aseguraron desde la Casa Rosada.
Cómo el mar, la ley se pudo el sábado ya partir de las próximas horas, el único dólar al que podrán acceder los argentinos costará 82 pesos.
Fuente: www.infobae.com/