"Fue realmente lúgubre. Simplemente uno de los momentos más lúgubres de mi vida".
Cuando Lauren tenía 18 años, asistió a un evento de campaña política en su estado natal de New Hampshire.
Era octubre de 2015 -cerca del inicio del ciclo electoral presidencial en Estados Unidos- y estaba fascinada con la política.
Tuvo la oportunidad de conocer a muchos de los candidatos, desde demócratas como Hillary Clinton y Bernie Sanders, hasta republicanos como Marco Rubio. Incluso, fue voluntaria durante un tiempo en la campaña de Jeb Bush -uno de los rivales republicanos de Trump- para aprender más sobre el proceso político.
En el evento, Lauren -quien ahora se considera de tendencia más izquierdista- estaba esperando especialmente poder preguntarle a Trump sobre su postura hacia las mujeres.
"Tal vez me equivoque, pero no creo que usted sea un amigo de las mujeres", le dijo al candidato en frente de una bulliciosa audiencia.
"Respeto a las mujeres increíblemente", le respondió el candidato. "Tengo mujeres como empleadas en... tantos trabajos diferentes ".
"Tengo una hija llamada Ivanka y una esposa llamada Melania que constantemente quieren que hable sobre temas de la salud femenina porque saben cómo me siento al respecto. Y ellas saben cómo me siento con respecto a las mujeres".
"Yo respeto a las mujeres, amo a las mujeres, estimo a las mujeres".
Lauren tomó el micrófono una vez más y añadió: "Yo quiero que me paguen igual que a un hombre y creo que usted entiende eso".
"Así que si usted es presidente, ¿podrá una mujer ganar los mismo que un hombre y podré decidir qué hacer con mi propio cuerpo?"
"Podrás ganar lo mismo si haces el trabajo igual de bien", dijo Trump. "Y resulta que yo soy pro vida".
Después del intercambio, Lauren sintió que había logrado su objetivo y no le dio más mucha más importancia.
"Había lanzado preguntas a candidatos en el pasado, así que no pensé que esto se salía de lo normal", señala. "Lo tomé como otro día más".
Sin embargo, el toma y daca terminó llamando la atención de los medios e internet. Al día siguiente, el candidato Trump escribió en Twitter sobre ella.
"La arrogante joven que me cuestionó de esa manera tan desagradable en (el evento) No Labels ayer era del personal de Jeb! ¿CÓMO VA A DOMINAR A RUSIA & CHINA?", decía el tuit.
Amenazas
Lauren -que aparece en el nuevo documental de la BBC "Trump en tuits", sobre cómo el presidente de EE.UU. proyectó su personalidad en la era de Twitter- dice que el ver un tuit sobre ella fue como una "experiencia alucinante".
"Nunca en un millón de años imaginé que esto llegara a más", afirma. "Llegué para hacer una pregunta e, inocentemente, no pensaba que esto pudiera llegar a pasar".
"Tan pronto salió el tuit todo se empezó a acumular".
Tanto Lauren como la campaña de Bush niegan que fuera una infiltrada.
Pero muy pronto fueron bombardeados por cientos de mensajes amenazantes, violentos y sexuales en las redes sociales. Algunos amenazaban con violarla o matarla.
"Recuerdo una mujer que me envió un mensaje en Facebook diciendo: 'Sé dónde vives. Voy a destrozar tu cabeza y orinar sobre tu cadáver'".
Otra persona dejó un mensaje de voz de agresión sexual en su teléfono de casa, que fue divulgado en internet, y alguien hasta le envió una caja llena de excremento a su dirección.
Lauren, que ha sido víctima de un asalto sexual, dice que todo tuvo un profundo impacto en su salud mental.
"Definitivamente tenía el constante temor de '¿habrá alguien detrás de mí?''"
"Eso no tenía fin. No había fecha de caducidad."
"Cuando pensaba que ya todo había terminado, abría mis mensajes y encontraba 100 más. Fue espantoso".
"No puedes sanar cuando sientes furia"
Lauren casi se vio forzada a considerar abandonar la universidad por el estrés que estaba sufriendo. "De repente, pasar de ser a una ciudadana anónima a una figura pública es algo aterrador", cuenta en el documental.
Años después, Lauren todavía se la pasa mirando detrás de su espalda. "El trauma no se puede parar como un reloj", dice.
Sin embargo, le apasiona hablar sobre el acoso online y el impacto que puede tener en la salud mental de una persona.
Dice que haber leído sobre la historia de Monica Lewinsky y su campaña contra el ciberacoso fue una fuente de alivio.
"Ella me sirvió casi como un sistema de apoyo porque pienso que cuando atraviesas momentos oscuros, la única manera de superarlos es que alguien diga, 'Ah, yo también'".
Monica Lewinsky, la exbecaria de la Casa Blanca que tuvo una relación sexual con el entonces presidente Bill Clinton, ha abordado frecuentemente el tema del ciberacoso.
"Pienso que las empresas de redes sociales no están haciendo lo suficiente", opina Lauren. "Creo que las personas con autoridad no hacen lo suficiente".
Lauren asegura que no siente una indignación perdurable contra el presidente Trump ni contra aquellos que la acosaron -pero espera que puedan cambiar positivamente.
"No puedes sanar cuando sientes furia".
"Creo que para poder verdaderamente seguir adelante debo perdonar a todas estas personas.
"Creo que Donald Trump puede cambiar y esa es mi verdadera esperanza".
Fuente: www.bbc.com/
