El colombiano voló en el Kempes y alcanzó una velocidad que lo acerca al hombre más rápido del mundo. Russo tiene a su as para correr a River.
Berlín, 16 de agosto del 2009. Campeonato mundial de atletismo. Usain Bolt corre los 100 metros más rápidos de la historia en 9,58 segundos. Para eso, logró una velocidad máxima de 45km/h. Hasta hoy, nadie superó su marca.
Córdoba, 2 de febrero de 2020. Superliga Argentina de fútbol. Sebastián Villa corre 101,8 metros en 11 segundos. Para lograrlo, la TV del partido (a cargo de Torneos), con la calidad que caracteriza a sus transmisiones de Superliga, determinó que el delantero de Boca alcanzó una aceleración que llegó a 34,79 km/h (cuando pasó por afuera a José Mauri, de Talleres). No fue gol. De hecho, en vez de habilitar a Tevez, el colombiano pateó al arco. Pero fue la jugada en la que Focus expuso, de manera sorprendente, su arma letal, su marca registrada, su velocidad luz.
La comparacion entre el mejor velocista de la historia (tiene el record mundial en 100 y 200 metros y record olimpico en 100) y Villa, un futbolista (que debe correr llevando la pelota), es caprichosa. Pero sirve para tener una referencia de la rapidez del colombiano, y que lo ubica entre los jugadores mas veloces del mundo. De hecho, el pico que logro en el Kempes no tiene nada que envidiarle a los que lograron Gareth Bale o Kylian Mbappé, por citar a dos super estrellas.
Villa, por lo pronto, con su gran actuación contra Talleres (metió el 1-0 y asistió a Tevez en el 2-0) no sólo se convirtió en un arma letal para el equipo de Russo, sino que asoma ahora como una de las principales cartas de Boca para pelearle el título a River. Si el colombiano juega y vuela como en Córdoba, pues entonces Miguel tiene a su as en la manga, el que puede hacer sufrir a sus rivales, como pasó con Franco Fragapane, quien el domingo le suplicó al punta que baje un cambio: “Me dijo: ‘Negro, no seas así, ya no más”, contó.
Claro que Villa deberá mejorar sus decisiones. Es cierto, a veces viajar a esa velocidad hace que el freno para pensar sea mucho más complejo. Porque así como resolvió bien en el mano a mano para el 1-0 y luego asistió a Tevez, hubo otras dos acciones en las que eligió mal: justamente esa jugada en la que fue un relámpago por derecha y que no le sirvió a Carlitos; y otra en la que tenía abierto a Salvio a la derecha, de frente al arco, y terminó tocando para Tevez, a su izquierda, más tapado (la que terminó en el palo tras dar en Tenaglia).
Sin embargo, es algo que llevará tiempo. Y en lo que Russo está trabajando. Miguel confía mucho en Villa y, de hecho, entiende que este esquema, el 4-1-3-2 es el que mejor le cae a Focus y al equipo, porque tiene con él y con Salvio esa verticalidad que pretende para su Boca. Y además, con ellos logra mayor capacidad de asistir a sus delanteros (pasó con Tevez y Soldano). Por eso, la apuesta seguirá siendo verlo volar por ese sector y buscar mejorar sus perfiles y sus definiciones.
“Sé que en esa corrida que hice tomé una decisión rápida. Todos los seres humanos nos podemos equivocar y mi intención es mejorar”, reconoció Villa en ese sentido, quien también admitió que con Miguel se siente más cómodo. “Creo que el DT me trabajó bien. Conoce Colombia y eso es un plus “, dijo en Cómoteva.
Villa es rápido y está furioso. O mejor dicho, deseoso de ganar cosas con Boca. “Pude irme, pero éste es un equipo grande y elegí quedarme porque me considero un guerrero y quiero seguir ayudando al equipo”, dijo. Sí, es el Bolt colombiano.
Fuente: www.ole.com.ar/