Riquelme estuvo en la presentación de la nueva indumentaria, sacó fotos con sus pares del CD y no pudo ocultar su alegría cuando le regalaron una camiseta con su nombre y número.
Se sonríe Juan Román Riquelme . Lo hace puertas adentro y puertas afuera. Se lo nota contento en la presentación de la nueva camiseta de Boca . De su boca. Justo él, que no es nada fanático de los eventos multitudinarios y esquiva hasta las reuniones de la dirigencia. Pero la noche del viernes parece distinta para él: cuando recibe de manos del presidente de adidas una número 10 con su nombre en la espalda es el tipo más feliz del mundo.
Riquelme, como figura principal del evento, fue uno de los últimos en aparecer, alrededor de las 23. Llegó por una puerta lateral hablando con su amigo Chelo Delgado y el presidente Jorge Ameal, esquivó al público en general y también a la prensa. Aunque luego saludó rápido a los hinchas y siguió en lo suyo, en una charla a la que se sumó Pablo Lamo, titular de la nueva empresa que viste al club.
El momento de la entrega de la casaca fue cuando más emocionado se lo vio, tal como cuando unas semanas atrás fue al Conmebol y le entregaron una réplica de la Copa Libertadores. Sobre el final, Ameal arrastró la marca hacia otro costado y Román pasó tranquilo hacia la salida.
Detrás de escena, Román se sacó fotos sonrientes con varios dirigentes, como el secretario general Ricardo Rosica y el vocal Alejandro González, en un ritual que se repite cada vez que aparece por las oficinas de la Bombonera. Y siempre con una sonrisa, en un descanso que le dio una última hora del día la búsqueda de refuerzos para el plantel de Miguel Angel Russo.
Los días de JR se reparten entre Casa Amarilla, la Bombonera y el Centro de Entrenamiento de Ezeiza, donde estuvo el miércoles para reunirse con Ameal y Russo por la conformación del plantel, jugadores que se podrían ir y que podrían llegar.
Fuente: www.ole.com.ar/
