El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el miércoles una ley que le permitiría imponer sanciones a China por su tratamiento de los uigures, generando furiosas reacciones en Pekín.
China ha sido acusada de graves violaciones de derechos humanos en contra de esta minoría musulmana que se concentra en la región de Sinkiang, en el noroeste del país.
Y la "Ley de Política de Derechos Humanos Uigur de 2020", finalmente sancionada por Trump, ordena la identificación de los principales responsables de los supuestos abusos para su posible sanción bajo los términos de la Ley Global Magnitsky sobre Responsabilidad de Derechos Humanos.
La medida ya generó furiosas reacciones en China, que dijo que la ley era difamatoria y advirtió que si EE.UU. no rectifica responderá con "represalias contundentes".
Pero en EE.UU. lo que más se discute es el aparente vínculo entre la firma de Trump y las explosivas afirmaciones que figuran en el inminente libro de su antiguo asesor de Seguridad Nacional, John Bolton.
Según fragmentos adelantados esta semana por la prensa estadounidense, en sus memorias Bolton dice que durante una reunión en 2019 Trump buscó la ayuda del presidente chino, Xi Jingpin, para su reelección.
Y el exasesor también cuenta que, durante ese encuentro, Trump respondió a la defensa que Xi hizo de los "campamentos de reeducación" en los que su gobierno ha internado a cientos de miles de uigures diciéndole que era "exactamente lo que había que hacer".
"Es un mentiroso"
"Eso no es cierto", dijo sin embargo Trump en una entrevista con The Wall Street Journal celebrada el miércoles, poco después de la firma de la "Ley de política de derechos humanos Uigur".
"Es un mentiroso. Todo el mundo en la Casa Blanca odiaba a John Bolton", dijo también de su antiguo asesor, para luego ofrecer la firma de la ley como evidencia.
"Podría haber matado eso muy fácilmente", argumentó Trump.
La legislación deja en manos de la Casa Blanca la decisión de ordenar o no sanciones.
Y, al firmar la ley, Trump refutó una sección que limita su capacidad para suspender las posibles sanciones, por considerar que eso limitaba su capacidad para practicar la diplomacia.
Por lo demás, The Washington Post dio a entender que Trump se podía haber visto obligado a sancionar la ley por culpa de las acusaciones de Bolton.
El periódico citó al senador demócrata Chris Van Hollen, autor de varias propuestas de sanciones contra China, afirmando que Bolton le había "arrancado la máscara" al mandatario.
Y también destacó que la firma se había realizado sin ceremonia, lo que no evitó que la medida fuera ampliamente celebrada por la minoría uigur.
China, por su parte, está furiosa.
El gobierno chino siempre ha defendido el internamiento de los uigures en campamentos especiales como parte de un esfuerzo de desradicalización de la que ha descrito como una minoría separatista.
Las autoridades chinas también niegan las acusaciones de malos tratos y torturas contra los uigures.
"Una vez más exhortamos de nuevo a la parte estadounidense a corregir inmediatamente sus errores y dejar de usar esta ley relacionada con Sinkiang para perjudicar los intereses de China y entrometerse en sus asuntos internos ", dijo el ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
"De lo contrario, China tomará medidas de represalia contundentes y todas las consecuencias que se deriven de ello deberán ser asumidas en su totalidad por EE.UU.", advirtió.
Fuente: www.bbc.com/