A diez días de asumir la presidencia, Alberto Fernández parece tener definido el rumbo económico que intentará fijar para el inicio de su gestión.
Ese rumbo lo fue definiendo bajo la idea de impulsar desde el arranque un impulso al consumo de los sectores de menores ingresos en el convencimiento de que el consumo volverá a ser la locomotora que impulsará en funcionamiento la economía después de la fuerte caída de la actividad del último año y medio.
La batería de instrumentos se concentra en una suba de las jubilaciones mínimas y de la Asignación Universal por Hijo, un aumento de suma fija de $ 6,000 / 7,000 para todos los asalariados , la reducción del IVA para los alimentos del sector de menores ingresos, y todo en el marco de un acuerdo con empresarios y sindicatos en el intento de mantener estabilizados los precios de la canasta familiar por algunos meses.
En ese tablero, el tema cambiario tiene una certeza y una duda crucial. La primera es la continuidad del cepo cambiario; la segunda es deseada será el precio del dólar de arranque deseado por Fernández.
Tal vez el nivel actual de $ 63 le resulta adecuado para marcar la cancha a los formadores de precios y para no alimentar la infección en los primeros meses de su gestión. Pero los expertos en cuestiones fiscales se preguntarán si este dólar será suficiente en el momento de aplicar la suba de retenciones a las exportaciones del campo, la energía y la minería que tendríamos en la gestación.
El periodista Marcelo Bonelli sumó el viernes el nombre de Martín Abeles a la lista de posibles conductores del Palacio de Hacienda que ya integraban Cecilia Todesca , esposa de Abeles ya la vez la economista que más escuchó Fernández, Guillermo Nielsen (también podría ser titular de YPF ), Matías Kulfas (quiere estar en Producción), Martín Guzmán (con muchas posibilidades de ser secretario de Finanzas para renegociar la deuda. Dicen que su visión de postergar el pago de la deuda sin quita fue el gusto de Cristina Kirchner ).
Esos nombres siguen dando vueltas después de que se desdibujando las posibilidades de Roberto Lavagna (podría conducir el Consejo Económico y Social a crearse), Martín Redrado y Carlos Melconian que, por distintos motivos, salieron del radar de los ministeriables.
Estuvo en Economía bajo la conducción de Martín Lousteau en los tiempos de definición de la resolución 125 y venía de acompañar a Felisa Miceli.
A diez días del nuevo gobierno se encontrarán más lineamientos de la política económica que quiénes serán los encargados de amalgamarlos en un plan.
La estrategia elegida por el presidente Fernández de arrancar por la postergación del pago de la deuda y alimentar una mejora del consumo tiene identidad pero aún falta conocer el conductor efectivo y cómo piensa hacer consistentes esos objetivos con la delicada situación de las finanzas argentinas.
Fuente: www.clarin.com/